Los tres niveles del horóscopo

10.3.09

El trabajo bajo Piscis




El signo del Sacrificio 

(Responsabilidad Espiritual)

Piscis, el último de los doce signos zodiacales, es por ello el signo de los finales, de la muerte, la liberación y la consecuente salvación. El Tibetano lo llama acertadamente un signo de renunciación, sacrificio y desapego, y ésa es la tónica no sólo de aquellos que tienen a Piscis como Sol, o (mejor aún) como Ascendente, sino que se trata de las cualidades que experimenta la humanidad como conjunto cuando cíclicamente vuelve a entrar bajo su influencia. Les proponemos ahora un breve repaso de los rayos principales de esta constelación, de sus planetas regentes y de cómo estos elementos se combinan para configurar la nota clave pisciana, sintéticamente resumida en las tres palabras anteriores.

Intro a Piscis






PISCIS

"el mediador"

Los antiguos estudiantes de Astrología identificaron al símbolo del signo de Piscis con 2 peces: uno, el mayor, apunta hacia arriba y el otro, el menor, nada hacia el horizonte; ambos peces no se encuentran libres sino unidos por un hilo. El análisis esotérico del mismo nos indica que los peces representan al Alma y a la Personalidad, vinculadas por el Sutratma o Hilo de la Vida, durante el ciclo de la vida manifestada. Esta relación dual puede ser estudiada en base a tres Palabras Clave:

1º Esclavitud: rige el largo ciclo de eones en los que el alma está presa de la materia, representado en el relato bíblico de Jonás siendo tragado por la ballena. Es el Cristo interno aprisionado por la personalidad. 

2º Desapego: ya en la rueda revertida y con el desarrollo de la aspiración espiritual, la personalidad es sutilmente “cautivada” por el alma.

3º Muerte: representa el final de la esclavitud dual, a través de una renunciación dual: el alma renuncia a la personalidad, representando la vida de la materia, y a su vez renuncia a la Mónada, la superior Vida del Espíritu a la que por siempre ha anhelado.