Los tres niveles del horóscopo

26.4.10

Claves psicológicas sobre el Festival de Wesak


Por Martín Dieser


“Como arriba es abajo, como abajo es arriba” reza el axioma oculto, y el Festival de Tauro no es la excepción. Cuando hablamos de Wesak estamos refiriéndonos a un evento de fundamental importancia en la vida de la humanidad y en sobre todo del planeta, porque hacemos referencia al contacto entre tres reinos: Shamballa, el centro donde la Voluntad de Dios es conocida; la Jerarquía espiritual, el reino de las almas; y la raza humana. Si recordamos que la humanidad es la gran responsable de iluminarse para abrir las puertas de la energía espiritual a los reinos animal, vegetal y mineral, comprenderemos que se trata de un momento de unión con amplios efectos espirituales para la evolución interna planetaria.

Pero la vivencia no se acaba allí: Wesak no es un evento abstracto o meramente intelectual, ni sólo un relato interesante lleno de fórmulas complejas; es también una realidad de la conciencia, una fusión entre la mente y el corazón. Veamos algunas analogías que nos pueden iluminar al respecto, siempre considerándolas desde lo grupal y con énfasis en lo subjetivo.

Sabemos por la literatura religiosa y esotérica que, en Wesak, la Jerarquía de Maestros en pleno y Sus colaboradores llevan a cabo un gran acto de invocación de energía espiritual, culminando con la llegada del Buda y una bendición traída desde los planos superiores. La humanidad está representada por los discípulos, y cada persona que lleva una vida espiritual es llamada a ocupar su lugar. Se trata de un gran acto de invocación, a través del cual la Jerarquía facilita el contacto con la energía superior del Buda y produce una síntesis durante un breve instante, resultando en una iluminación cuyos efectos internos se extienden durante largo tiempo.

Existe una clave psicológica para interpretar lo anterior, esto es como el contacto entre la mente (humanidad), el alma (la Jerarquía) y la Mónada o fuego espiritual (el Buda), y su analogía no es sino un sencillo acto de meditación enfocado en el corazón al servicio de las metas del yo superior, con el valle y la montaña indicando los distintos estados del ser.

Tenemos así un elemento mental, la humanidad, que prepara la forma para la afluencia de la energía sutil traída por el Buda (representando a Shamballa). La actividad mental, meta de la actual quinta raza, se refleja por los diseños geométricos creados antes del contacto, los cuales constituyen un lenguaje simbólico profundamente cargado de significado.

La iluminación es ante todo un efecto mental, un estado de realización que surge de la unión entre la formalidad del intelecto y la intrepidez del corazón. En cierto sentido es buscada conscientemente, pero de poco sirven la lucha, el esfuerzo y el intelecto si no son acompañados por el amor de servir a la Vida Una, y allí vemos la necesidad de que la Jerarquía asista a la humanidad en ese contacto.

Asimismo, cada pequeño átomo de la mente preparada para el contacto con la luz está simbolizado por los discípulos e iniciados que participan del ritual. Como suele ocurrir, no toda la mente es utilizada en la meditación, y no toda la humanidad puede participar del Festival sino sólo quienes se encuentran preparados para ello.

El otro componente es naturalmente el corazón y, como decíamos antes, no es posible ascender más allá de un determinado estado de la conciencia si no se lo involucra en la reflexión. El amor, la horizontalidad, la fraternidad, el principio del compartir son las claves del proceso, porque expanden la mente y la conectan en toda su integridad, ampliando así la capacidad de servicio, y como gracia la iluminación. Analogía de ello es la presidencia por la Jerarquía del ritual de fusión realizado por los hombres, simbolizando al alma que guía a la personalidad hacia lo superior, y proveyendo a través del Cristo la palabra de poder que en el momento cúlmine de la invocación convoca al Buda.

Estamos entonces ante un gran acto de magia organizada planetaria, como gustaba de decir Vicente Beltrán Anglada, con una importancia fundamental para los siete reinos (o cuerpos individuales) porque involucra a la mente humana consciente, el gran medio de contacto entre lo superior y lo inferior en este período. La realización cíclica (una vez por año) nos sugiere que se trata de un acto de reflexión sintética, que reúne lo mejor de un pensamiento meditado y lo ofrenda amorosamente ante el Buda para que éste lo inunde de luz.

Como se ve, es la analogía a gran escala de la formación de un pensamiento, la meditación centrada en el corazón y la revelación de la luz.Se dice que el Buda es invocado gracias a la atracción magnética creada por el ritual, y eso nos habla de la imposibilidad de actuar si no existe previamente una conciencia grupal, la cual marcará la medida de la bendición. Nuevamente preparación, invocación, equilibrio y evocación, más la iluminación resultante.

Seamos parte entonces de esos ciclos espirituales de los que Wesak es hoy su máxima expresión, esos momentos en los que la humanidad como un todo es llamada a la reflexión y la vida interna. Que el silencio del contacto nos refresque en nuestra esencia, el fuego, y en la cercanía de la unión comprendamos el significado de la fraternidad y el destino común de todo lo viviente, claves de la Era de Acuario que estamos compartiendo.

23.4.10

Tauro, Deseo y Voluntad

Por Ricardo Georgini


TAURO

El tema principal del signo de Tauro podría ser descripto como el uso de la materia. Normalmente, un ser humano permanece en medio de la materia como víctima, siendo arrastrado de un lado al otro por variados deseos, y así enfrenta múltiples experiencias. A medida que aprende de ellas y alcanza la claridad, el ser humano comienza a conducirse con mayor libertad en su vida, movido por la voluntad consciente. En esta gradual evolución del deseo a la voluntad, Tauro contribuye con su energía iluminadora, y en el mes astrológico del Toro (este año desde el 20 de abril al 20 de mayo) tal energía se encuentra especialmente activa.

Habitualmente no distinguimos entre deseo y voluntad, y usamos estas dos palabras indiscriminadamente. No obstante, deseo y voluntad son bastante diferentes, y dicha diferencia es fundamental en el signo de Tauro.

El deseo es la fuerza que nos liga a la materia, surge por el contacto con las cosas externas y nos impele a ir en dirección a ellas, procurando experimentarlas. La principal fuerza motivadora en nuestras vidas personales es el deseo, consciente o inconsciente. Es lo que motiva todos nuestros pensamientos, opiniones, emociones, palabras y actos. Puede ser ambición por bienes materiales o posición social, puede ser deseo de ser amado o de ser feliz, puede ser ansia de paz, salvación, conocimiento, de hacer el bien, mas siempre es la misma fuerza, de uno u otro modo.

Es el deseo el que incentiva el desarrollo del ser humano. Al empeñarse en realizar sus deseos en el mundo, el individuo desenvuelve sus potencialidades y perfecciona sus capacidades. Asimismo, mejora gradualmente su mente, su naturaleza emocional y su cuerpo.

El deseo lleva al individuo a vivenciar una enorme variedad de experiencias en el mundo. Tales experiencias son el sustrato a partir del cual el ser produce conocimiento (no estamos tratando aquí del mero conocimiento teórico sino del vivencial). Gradualmente, como resultado de las experiencias y aprendizajes, el ser humano llega a conocer las cosas como realmente son y se conoce a sí mismo como esencialmente es. En este conocimiento de su propia esencia, entra en contacto con la voluntad.

La voluntad es la energía que nos permite expresar nuestra verdadera naturaleza en medio de la materia. El deseo procura obtener o experimentar algo, mientras que la voluntad trata de manifestar o expresar algo – manifestar una cualidad, un valor, una idea. Por lo tanto, el deseo tiene implícito un sentido de carencia, de necesidad, de incompletitud, en tanto que la voluntad trae junto un sentido de integridad, de plenitud y de desbordamiento. Esta es y siempre fue la verdadera naturaleza de nuestro ser, mas sólo llegamos a comprender esto cuando alcanzamos conocimiento e iluminación a través de la experiencia en el mundo material.

El conocimiento de nuestro verdadero ser revela también otras cualidades: amor, sabiduría, buena voluntad, alegría, etc. Y trae la comprensión de que todos somos uno y un Propósito mayor atraviesa las vidas de todos nosotros. De tal manera, un individuo se llama al servicio, impregnando la voluntad para conducir su vida de acuerdo con este Propósito mayor.

Año tras año, cíclicamente, en el mes de Tauro somos invitados a aprovechar nuestras experiencias para obtener mayor conocimiento y claridad, y avanzar así en dirección a la voluntad consciente.

22.4.10

Ciclos de evolución consciente



Ricardo Georgini




Ciclos de evolución consciente

La vida humana, como todas las otras, es parte integrante de una Vida mayor, y la integración en ella puede y debe ser consciente, voluntaria e inteligente. El ser humano capaz de aprehender la totalidad que él mismo integra puede comprender el papel que desempeña su pequeña vida en esta totalidad, y escoger colocarse al servicio de ese todo mayor. El propósito esencial de la Astrología es ayudar a hacer esto.

En la Astrología Esotérica, todas las formas tangibles son consideradas como expresiones concretas de energías más sutiles. Así, detrás del cuerpo físico de cada ser humano, existen aquellas energías emocionales, mentales y espirituales que hacen de él lo que es. Por su parte el campo energético individual no está aislado, sino que es parte integrante del campo energético unificado de la humanidad, así como el campo energético de ésta es parte del campo planetario.

Los campos energéticos de los planetas y las estrellas están interrelacionados, y tales relaciones se dan a través de flujos de energía. La Astrología es la ciencia de las relaciones entre estos grandes Seres o Vidas conscientes que llamamos planetas, estrellas y constelaciones. Esas relacines son tan reales y efectivas como cualquier relación entre dos seres humanos. Toda persona está continuamente irradiando energías y, así, emanando lo que ella es y lo que piensa y siente. De este modo la persona influencia su ambiente y a aquellos con quien entra en contacto. Lo mismo acontece con los grandes Seres que llamamos astros, quienes se influencian mutuamente y en consecuencia tambiéna los seres menores existentes dentro de ellos.

Las relaciones entre estas grandes Vidas son bastante estables, regulares y cíclicas; son marcadas por sus posiciones espaciales y alineamientos mutuos, dependiendo, por tanto, de sus órbitas. Lo que la Astrología estudia, por consiguiente, son las relaciones o alineamientos cíclicos entre la Tierra y los demás astros, además de las energías que, en consecuencia, circulan por nuestro planeta y afectan a la humanidad. De tal manera, la Astrología puede ser entendida como la ciencia de los ciclos o de los flujos y reflujos cíclicos de energía.

El principal ciclo que influencia a la humanidad se refiere al alineamiento entre la Tierra, el Sol y las constelaciones zodiacales (el Zodíaco es como un cinturón de doce constelaciones o agrupamientos de estrellas que circundan el Sistema Solar y están especialmente relacionados con él). Este ciclo tiene una duración de un año y se inicia en el equinoccio de primavera en el Hemisferio Norte cada 20 de marzo, cuando el Sol se alinea con la primera constelación o signo zodiacal: Aries. El Sol permanece alineado con cada signo durante cerca de un mes y, bajo ese período, la energía de dicho signo circula abundantemente por nuestro planeta.

Por lo tanto, cada mes astrológico (que no coincide con los meses del calendario gregoriano) es influenciado por un signo del Zodíaco, el cual le confiere al mismo su tónica energética e indica el tipo de experiencias que la humanidad tiende a tener, así como el tipo de aprendizaje fomentado y el tipo de acción creativa naturalmente promovido en aquel mes. En verdad, el alineamiento mensual entre la Tierra, el Sol y una de las constelaciones zodiacales nos muestra cuál es la cualidad específica que la gran Vida planetaria está procurando desenvolver, durante aquel período, a través de nosotros. La Astrología Esotérica nos ayuda a comprender eso y a ofrecer nuestra cooperación consciente a los propósitos de esta Vida mayor.

10.4.10

Siete pensamientos simiente sobre los rayos y un breve comentario


Por Martín Dieser


Una manera de comprender mejor los conceptos es a través de los ejemplos, y en ello el estudio de los rayos no es la excepción, naturalmente. Lo único que debería tenerse en cuenta es que el mero análisis de casos tal vez no nos resulte suficiente para un entendimiento pleno del tema; ahora, si primero reflexionamos sobre la finalidad del rayo en general y luego tratamos de ajustarlo a una necesidad específica, la situación será diferente. De lo general a lo particular, tal el método oculto.

El caso que analizaremos se aplica esencialmente a los rayos de la mente y la personalidad, con algún reflejo del alma. La idea no es que busquemos a qué rayo pertenecemos, sino que entendamos bien cómo funciona cada uno, y por medio de ello sí estaremos en camino de diferenciar las energías, y así poder decir con más fundamento por qué creemos que tal o cual rayo es parte del propósito de nuestra alma. Siempre es conveniente remarcar este acercamiento, porque a nuestro entender encierra la clave de la comprensión del misterio de los rayos: primero entrar en contacto con el alma, y después sí utilizar la mente aplicadamente para cuestiones personales o para otros análisis más amplios, según la intención.

Tal como hemos prometido ya, en el corto plazo les ofreceremos reflexiones particulares sobre cada rayo. Es probable que el esquema abarque el estudio de cada Vida de rayo a nivel egoico, personal, mental, astral y físico, para así brindar un recorrido completo de la energía desde los planos superiores a los inferiores, en unidad de sentido y propósito. Otra posibilidad es tratar los rayos “horizontalmente”, por ejemplo estudiar el plano mental y su función, la cual es llevada a cabo por cada uno de los rayos expresados allí. Eso se verá oportunamente.

7.4.10

Nuevo servicio: reflexiones sobre su carta natal


 

Le comunicamos a nuestros lectores que a partir de ahora Grupo Logos realizará un nuevo servicio, el de ofrecer reflexiones espirituales sobre las cartas natales de quienes así lo soliciten.

Sin descuidar todo lo que aún nos resta meditar y comprender, de aquí en más expandiremos nuestra esfera de acción y les brindaremos una aplicación dinámica de lo que hemos captado hasta ahora, en un intento de vincular nuestros conocimientos de astrología esotérica con las necesidades espirituales de aquellos con quienes estamos en contacto internamente a través del blog.

Quien esté interesado en recibir una interpretación debe contactarnos a logos.astrologiaesoterica@gmail.com, enviándonos su nombre, fecha, lugar y hora de nacimiento. Dado que parte de las reflexiones tienen que ver con las energías que fluyen a través del ser (los rayos), les pedimos que junto a los datos nos hagan una breve descripción de sí mismos, de aquello que ustedes crean más importante en su vida. De tal manera será más fácil el contacto subjetivo y podremos ofrecerles conclusiones más abarcativas.

Nuestra intención es trabajar en triángulos, y en ese sentido preferiríamos recibir cada vez propuestas de tres personas que estén trabajando juntas internamente.

Y dado que tenemos varios seguidores registrados desde hace tiempo, aquellos que se hayan anotado con anterioridad tendrán preferencia a la hora de registrar los pedidos (que, vale aclarar, serán confidenciales y gratuitos). Oportunamente pondremos a su disposición una lista con el orden que debamos seguir.

Muchas gracias y que la inspiración nos acompañe en el servicio,

Grupo Logos.