Los tres niveles del horóscopo

15.8.10

Despidiendo a Leo

Por Joanna García
Por diversos motivos esa intensidad forma parte de todas las vidas que decidimos colaborar naciendo con un nuevo ciclo de vida, en el último siglo.
Hechos importante suceden y éstos, no pueden ser comprendidos si la mirada no se eleva, si el ser interior no acepta como algo tan real como el respirar, que existe un Plan. Ya de por si, en la última parte de todo siglo, al igual que si la vida hiciese un balance, suceden acontecimientos bruscos y  dolorosos; se consiguen descubrimientos o somos receptivos a nuevas verdades. Todo ello, conforma una etapa de crisis, de tensión, que lleva al despertar del ser humano, y consigue que ese estado, se traspase genéticamente como herencia necesaria, a las almas que posteriormente toman forma física a través nuestro.
En este pasado siglo y en forma lenta,  la Energía de Piscis ha terminado como Era, aún cuando seguirán naciendo almas con un fuerte sentido de ese Signo. Al mismo tiempo y en la forma de un Zodíaco mayor cuya duración es de 25.000 años también en el signo de Piscis concluye, dejando una intensa impregnación que llevó en su última fase al fanatismo y distorsión del principio Amor y Servicio que son las connotaciones de dicho Signo.
La entrada de la Era de Acuario con un arquetipo tan aparentemente diferente, tensiona más las energías que estamos recibiendo y precisamente viviendo el Signo de Leo nos podemos aproximar un poco más a la comprensión de todo ello.
Cáncer consiguió que la conciencia masiva, creara el necesario sentido de protección; esa conciencia de masa da paso en Leo al principio de la determinación del pequeño yo, de su personalidad, para ser consciente después de una totalidad mayor, al mismo tiempo que lo sigue siendo  de si mismo.
Con la mayor elevación posible, intentemos comprender la importancia que el arquetipo de Leo tiene por su sentido de purificación, transmutación, comunicación y propio dominio. Los nativos de Leo o con Ascendente en dicho Signo, poseen la oportunidad de fomentar en bien de todos, el espíritu de universalidad y de intercambio y quienes no tengamos en nuestro equipo esas energías, podemos trabajar profundamente en ellas, ya que la importancia intrínseca, más allá del signo en particular, es que la Era de Acuario forma en el Universo, “en el cual vivimos, respiramos y tenemos nuestro ser”  una oposición con Leo.
Es más necesario que nunca, para poder vivir con serenidad los acontecimientos que se sucederán en nuestro mundo, comprender e integrar ambos conceptos, el Yo seguro de si mismo con sentido total de Amor que ayuda y contribuye a que el sector de humanidad que está en su entorno, adquiera esa seguridad, ya que así vamos a respetar el todo y no tendremos que hundir o humillar a otros, porque no necesitamos actuar  de esa manera para sentirnos fuertes, llevándolo después a la integración del sentido de Universalidad de Acuario.
El Fuego Solar a través de Leo ayuda intensamente según el nivel conseguido por cada uno de nosotros, ya sea a alejar los espejismos e ilusiones mundanas que nos distraen del propósito o a los obstáculos en el luchar de la vida diaria que se convierten en experiencias que nos desaniman. De todo ello se encarga el Morador del Umbral siempre alimentado por los múltiples temores que como humanidad sentimos.
Leo  -  Acuario  forma ahora un eje que no fue nunca tan importante. Fuego = Espiritualidad.  Aire = Comunicación. Creatividad, espiritualidad y comunicación, son los grandes dones que tenemos, que han sido puestos a nuestro alcance. Cada cual sabemos cómo llevar a cabo ese propósito Acuariano.
Esta semana tuve el regalo de acudir a la exposición de Carme Solé, precisamente del Signo de Leo y vi una forma impresionante de comunicar y de alertar; miradas infinitas llenas de preguntas, no de reproches; dignidad en miradas de niños carentes de casi todo. Diminutos aviones en grupos colocados sobre el techo te hacen ser conscientes de las causas. Objetos que se relacionan con la educación o la nota tierna de una figura de oso que acuna entre sus brazos a un infante, sugiriendo la esperanza. Esta es por ejemplo, una combinación de la universalidad del Signo de Leo, unido al sentimiento intenso de servicio y amor de Virgo en el Ascendente.
El sol, el agua, alimentos ligeros, todo ello hace una labor magnífica en nuestro átomo astral ligado al signo de Leo y motiva la voluntad. Ese proceso, nos lleva hacia Virgo con unos procesos mentales llenos de intuición y devoción.
Desde el corazón,
Joanna

1 comentario:

  1. Deu ni dor

    A mi siempre me llamo la antención una frase del Maestro Tibetano "Leo es la energía que menos tiene en cuenta la opinión de los demás cuando se expresa"

    En este sentido el texto "despidiendo a Leo" es "magico".

    Es claro que cuando alguien actua conscientemente se aleja de todo tipo prejuicio, ya que la fuerza de la autocociencia le da la libertad necesaria para Ser.
    Ahora, todos tenemos derecho a Ser, y este derecho es el que es capaz de hacer de Leo una energía egoista y impositiva.
    La pregunta sería: ¿cuando debe ceder un Leon sin perder su dignidad?, ¿puede entender Leo que la renuncia le hará un ser mas Consciente?, o quizas, ¿el acometer un acto pleno y con todas sus consecuencias llevará al Leon a la cima?.

    La respuesta nos la da la vida con su experiencia purificadora. Por tanto lo que para una conciencia es un acto de Luz y Crecimiento, para otra ese mismo acto es una acción egoista y sin sensibilidad. Aquí es donde el grado de evolución de cada ser debe ser sospesado, y aquí es donde el mas evolucionado no debe juzgar para que el "Leon valiente pero egoista" se de cuenta que no se trata de brillar sino de iluminar.

    Un amigo

    Pd* conec a Carme Solé, aldarrera de lo sencill.

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