Los tres niveles del horóscopo

23.10.10

Escorpio: el triunfo inevitable





"el guerrero"

Escorpio es un signo de desafíos y pruebas, de conflictos y luchas, y por encima de todo, de triunfo. La energía de Escorpio asegura y promueve la victoria del bien – dentro de cada ser humano. Tales energías estarán intensamente activas del 23 de octubre al 21 de noviembre de este año, animándonos a enfrentar las luchas y pruebas necesarias para que el bien triunfe en y a través de nosotros.

Uno de los principales dones de Escorpio es coraje. La palabra “coraje” deriva de “corazón”, y corazón significa centro. Generalmente, asociamos corazón con sentimientos, emociones, pasiones, sueños, aspiraciones; y efectivamente, lo más común es centrar todas nuestras vidas en eso. Pero el verdadero y más profundo centro de nuestro ser es otro. Está más allá de todas nuestras experiencias físicas, emocionales y mentales. Tiene que ver con valores y principios, o sea, con el amor, la sabiduría, la verdad, la belleza, la justicia, la alegría, etc. Tener coraje es ser capaz de permanecer en el propio centro para enfrentar los desafíos y las luchas de la vida; es apoyarse en valores y principios.

Acostumbramos dar un sentido excesivamente personal a los enfrentamientos de la vida. Vemos sólo las personalidades, y no aquello que ellas representan. Pensamos en términos de conflicto entre personas, entre grupos, clases sociales, naciones. Pero podríamos percibir que, por detrás de ese todo, hay simplemente un enfrentamiento de ideas, de valores y principios. Así, podríamos mantener los conflictos libres de toda la carga de nuestros afectos y aversiones, nuestras pasiones, ambiciones, miedos, ira, que sólo distorsionan y desvían nuestra atención de lo que realmente está en juego.

Todo conflicto es, en verdad, una oportunidad de interacción, de aprendizaje mutuo, transformación y búsqueda de un bien mayor. No se trata de competir, que unos venzan y otros pierdan. Se trata de que los valores y principios más amplios prevalezcan. Cuando esto sucede, todos ganan, incluso aquellos que representaban los valores y principios menores.

La victoria del bien siempre está garantizada, desde que se traba la verdadera batalla. Ello ocurre dentro de cada ser humano. La cuestión es permanecer en nuestro propio centro, identificados con el bien mayor, y no con los efímeros e ilusorios beneficios o perjuicios personales.

Escorpio nos invita a poner a prueba nuestras teorías, creencias e ideas. Nos incentiva a confrontar todo eso con la realidad y aprender de esa experiencia. Habitualmente, suponemos que ya sabemos qué es el bien mayor, que ya conocemos y vivimos de acuerdo a los valores y principios más elevados. Pero, ciertamente, aún tenemos mucho que aprender y aún podemos ampliar mucho nuestra visión. La experiencia nos conducirá a esto, pero serán precisos mucho coraje y humildad para abandonar aquello que no resulte útil.

Toda la humanidad es actualmente un gran campo de experimentaciones. Las ideologías están siendo puestas a prueba, las creencias (religiosas y científicas) están siendo puestas a prueba. Antiguas tradiciones, nuevos descubrimientos, teorías, experiencias, hábitos – todo está interactuando y transformándose mutuamente. Sólo podemos esperar un resultado: un ser humano y un mundo mejores. Ello vendrá inevitablemente, pero puede ser pronto o en un futuro distante, dependiendo de la medida de nuestro coraje.

Todo enfrentamiento siempre conduce al triunfo del bien. Si el bien no triunfó, entonces la batalla aún no ha terminado. 

Coraje !


Ricardo A. Georgini
ricardogeorgini@yahoo.com.br

8.10.10

Libra, la belleza de un signo

Por Joanna García



El sentido de la Luz es una constante cuando el Alma ha podido despertar a su reflejo que es la personalidad.
Desde ese momento el trabajar en ella y por ella se convierte en un fluir cada vez más necesario.

Posiblemente no nos apercibamos –lo hacen más los que nos rodean- de cómo nuestros hábitos van cambiando, prescindiendo cada vez más de costumbres y de necesidades. Se va produciendo en nosotros un nuevo sentido de valores y este proceso no dejará de evolucionar, por lo menos hasta que nuestra Luz sea ya tan potente que la misma sea observada por los señores de la Faz Oscura, y presenten ante una vida determinada, el espejismo disfrazado de oportunidad que más pueda contactar con nuestros ideales.

Durante las energías emanadas desde esta Constelación de Libra, se hace más patente que nunca el regalo de los Señores de la Llama a la humanidad; El Principio Mental.

A través de Libra como Signo, fluye el Tercer Rayo y su Regente Exotérico Venus, nos conecta con el Quinto Rayo. La Mente ofrece durante cada mes de Libra una oportunidad especial. Equilibrar –palabra siempre clave del Signo- la mente inferior y la superior.

El Tercer Rayo nos hace conscientes de lo que significa Inteligencia Activa, nos lleva a ser selectivos. Es el Rayo del buscador, del filósofo y activa nuestro potencial hacia la subjetividad, al mismo tiempo que lo concreto se vuelve más sutil. El Quinto Rayo hace vibrar nuestra Mente Superior.

Posiblemente bajo la influencia de Libra y en un determinado ciclo de vida, aparece la visión del Sendero y el proyecto hacia el cual nos sentimos afines. Para ello nuestro sistema de valores debe ser cada vez más revisado y trabajado. El Maestro Tibetano, lo define como “el estrecho sendero del filo de la navaja caminando entre dos fuerzas”.

3.10.10

Libra, la entrada al equilibrio

Por Martín Dieser



Libra
 
Inteligencia Practica, Equilibrio

La primera idea que viene a la mente cuando pensamos en Libra es equilibrio. En una etapa definida del Sendero, ese equilibrio concierne a la estabilización del yo en la esfera mental, a fin de no fluctuar tanto emocionalmente y ser capaz de tomar una decisión correcta. Es interesante apuntar que una decisión, como bien ha dicho antes Ricardo Georgini en nuestro blog, procede de la libertad, y ésta del contacto interno.

Ese contacto interno es cultivado durante el período regido por Virgo, y se revela como estabilidad durante Libra, como resultado de un proceso subjetivo muy emparentado con el silencio. Es que el silencio es el padre de esa luz que garantiza la libertad, y Libra tiene mucho que ver con su construcción y con la transmisión de la luz.

El silencio denota inactividad, un intervalo de transición e incluso de pasividad, desde la perspectiva del yo inferior. Pero visto desde otro ángulo, el silencio es la base viviente que demuestra con su presencia la existencia de un proceso interno latente, que necesita de la estabilidad para desplegarse.

El silencio puede ser entendido como un efecto, un estado de supremo equilibrio, de dinámico recogimiento y de apercibimiento de lo que se encuentra más allá de la mente. De allí que Libra sea un signo frecuentemente asociado al plano búdico o intuitivo; su energía lleva a las puertas del plano etérico cósmico, desde donde se filtran fragmentos de la Vida Una y se conoce la unidad fundante de lo manifestado.