Los tres niveles del horóscopo

29.8.11

Intuición (II)


La Intuición ( II ) y sus correspondencias planetarias.


La intuición es un proceso muy estrechamente relacionado con la palabra Amor o la capacidad de Unir.

En ultima instancia, este universo todo, es una expresión del Amor de Dios, pero si lo analizamos desde una vertiente mas próxima y para definir el Amor utilizamos las palabras generosidad, expansión, comprensión, sensibilidad, sentimiento y imaginación, los planetas aquí mas relacionados son: Neptuno Jupiter y Venus.

Neptuno es el gran rector del psiquismo, tanto inferior como superior, de ahí que en muchos Amores llamados flechazos, reales o no, Neptuno esté presente, y de ahí también que en su vertiente mas espiritual esté muy presente también en las cartas de grandes creadores y místicos.

Observar la “impresionante” fuerza de Neptuno y la Luna en las dos cartas de las niñas que vieron a la Virgen, tanto en Fatima como en Lourdes. En ellas se ve claramente la capacidad de Neptuno para espiritualizar la materia-Luna (Maria) a través del Amor generado en el sentimiento devocional (plexo solar). 

25.8.11

Virgo





LUNA NUEVA EN VIRGO

De nuevo los movimientos en el firmamento nos indican la forma correcta de actuar para que nuestro avanzar en el sendero pueda tener mejores resultados.

Cuando la Luna desaparece, se crea un estado de consciencia pura, de silencio, de tendencia a la no actividad tanto física como especialmente mental. La naturaleza se recoge y repliega sus energías, para comenzar con un nuevo ciclo que inspirará con nuevos proyectos nuestro ser. En ese momento de nueva lunación, es interesante comprender qué luz y color, qué mensaje y energía fluyen hacia nosotros a través del Signo en el cual esa luminaria comienza su camino. Si no lo observamos, las propias energías que no desaparecen ni se desperdician nunca, obrarán por nosotros en forma que posiblemente no sea la más adecuada. 

Si en ese momento de Luna nueva nuestro proyecto contiene espejismo o ilusión, en el bendito momento de la Luna Llena, cuando las energías más vibrantes nos inundan, será la desilusión o la dificultad lo que sentiremos y esto tan solo de nosotros depende. 

Formamos parte indisoluble del Sistema Solar y somos afectados por él. Podemos absorber la paz de la “no luna” y comenzar con nuevas fuerzas, al igual que cuando hemos dormido bien durante la noche y nos encontramos con nuevas fuerzas. Nos ayudará sin duda a conseguir ese estado, una actitud de serenidad mental y espiritual.

Los Signos y los Planetas son sencillamente “vidas encarnadas”, por ello la necesidad de alinearnos al máximo con su mensaje.

A Virgo se le llama “el vientre del tiempo” en el cual se plantan las semillas de los más grandes valores. Posiblemente sea uno de los signos más desconocido en su profunda espiritualidad ya que en el momento adecuado nos conecta con el principio Crístico.

En Virgo encontramos las potentes energías de


Primer Rayo. Voluntad de iniciar.

Segundo Rayo. Voluntad de unificar.

Tercer Rayo. Voluntad de armonizar. 

Sexto Rayo. Voluntad de Causar

Cuarto Rayo. Voluntad de armonizar a través del Conflicto.


El campo energético de Virgo tanto impulsa a un Sistema Solar, a un planeta o a un ser humano, hacia la evolución, hacia la perfección de todo aquello que sentimos como auténtico. Ese impulso, es el principio Crístico.  Virgo alimenta el plan de cada alma.



El Signo de Virgo es probablemente uno de los menos conocidos en su profundo nivel, ya que es más aparente su introversión, el excesivo análisis que puede llegar a veces hasta la obsesión, la casi inevitable opinión que como etiqueta difícil de cambiar hace de la persona que acaba de conocer, o de las opiniones nuevas que percibe. Esa es una forma realmente limitada de considerar la intensa importancia de la energía que fluye a través de Virgo.

Es el signo más significativo del zodiaco por su energía de protección, de nutrición de la materia, de la forma física, para poder en el momento apropiado, revelar la realidad espiritual oculta en esas formas.

Aquí, la materia de la tierra de Virgo protege el germen de la vida crística; esa materia ampara y nutre el alma oculta que espera siempre para emitir sus destellos.

En su concepto de Madre cósmica, la vemos como madre de Krishna, Budda y Cristo.

En Virgo podemos intentar comprender a Eva que sosteniendo la esfera celeste en sus manos y desde el plano mental, nos introduce en el deseo de obtener conocimientos.

Desde el plano emocional, Isis obliga a enfrentar los espejismos nacidos de esos conocimientos, viviendo devociones y misticismos que al ir lentamente apartando los velos que cubren esa verdad, nos llena de profundas aspiraciones.

María a través del plano material nos lleva al nacimiento a través de actos de auténtico servicio, uniendo matera y espíritu.

Eva, Isis y María nos llevan a “darnos a luz a nosotros mismos”.

Virgo expresa también las grandes artes, ya sea la música, la pintura, las ideologías o los movimientos importantes que crean cualquier cambio en el campo humano. Todos estos campos son alimentados por Virgo.

Al igual que la humanidad tiene un Plan, cada una de nuestras almas guarda en su interior el mismo propósito y, en Virgo se reactiva nuestro propio Plan. Por eso se dice que Virgo sirve por igual al espíritu y a la materia.

El espíritu se apropia de la materia, porque sin la materia el Alma no puede actuar y la materia lucha por hacer salir, brillar, facilitar la salida de la Luz que hay en su interior. 

La materia asciende y el espíritu desciende.

Este próximo domingo cuando celebremos la Luna Nueva ¿cuál será la semilla afín a nuestro propósito de Alma que plantemos en la importante energía de Virgo?

Desde el corazón.

Joanna





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20.8.11

La Intuición



La intuición o el Amor como nexo de unión


Para la estructura de los 7 planos, (7: físico-eterico, 6: astral-emocional, 5: mental inferior-superior, 4: Búdico-razón pura, 3: Espiritual – inteligencia, 2: Monádico – amor, 1: Ádico – voluntad); la intuición reside en el plano 4 o Búdico, justo el intermedio entres los trés planos superiores y los tres inferiores.

Si hacemos una analogia con los rayos cósmicos afines pares (linea de amor), podriamos decir que el 4 rayo une a través de la Armonia y la Creatividad, el Amor Sabidura del 2 rayo con el Sentimiento Sensibilidad del 6 rayo.

Relacionando estos conceptos a los 7 “nudos” del hombre, seria decir que el chakra corazón une a través del amor magnetico o principio Crístico, el centro ajna o agente de la expresión del Alma con el plexo solar o cuerpo de deseos y sentimientos. 

10.8.11

Leo: el pequeño yo y el Yo Superior

Ricardo Georgini



El pequeño yo y el Yo Superior

El trabajo de Hércules relacionado al signo de Leo es la muerte del León de Nemea. Quinto signo del Zodíaco, Leo estimula en los seres humanos la autoconciencia y la autorregencia. Este trabajo representa el descubrimiento de un yo más profundo y el ejercicio de conducirse en la vida a partir de este centro.

Un monstruo terrible, un león enorme y de piel impenetrable por cualquier arma, asolaba la región de Nemea. Sus habitantes estaban atemorizados y no podían vivir y desarrollarse normalmente. Hércules recibió la tarea de eliminar a la fiera. Cuando encontró al león, le disparó flechas, que rebotaban en su piel y caían al suelo. El león se fue aproximando al héroe, rugiendo de modo amedrentador, pero Hércules gritó con igual fuerza, con lo que la fiera se dio a la fuga.

Hércules persiguió al león hasta su guarida, que era una caverna con dos aberturas. El héroe entró por una y atravesó la caverna oscura hasta salir por la abertura del otro lado, sin encontrar a la fiera. El león había salido por la segunda abertura y vuelto a entrar por la primera. Entonces Hércules reunió algunas ramas y bloqueó una entrada, entró por la otra y también la bloqueó. Así, en la oscuridad de la caverna, se enfrentó solo y desarmado al monstruo. Agarró al león por el pescuezo, apretándolo hasta que muriese ahogado. Después usó la garra del propio león para cortar y quitarle la piel, con la que pasó a vestirse.

El león es llamado el rey de la selva y representa el regente interior de cada ser humano: nuestro yo. El yo es como el Sol; es la fuente de luz y conciencia y el centro de nuestra vida psicológica. Una de las principales tareas evolutivas de todo ser humano es desarrollar la autoconciencia, y eso es lo que todos estamos haciendo, lo percibiamos o no, a través de todo lo que buscamos y realizamos en el mundo. 

Cuando hay autoconciencia, el yo puede actuar como el regente interno, armonizando pensamientos, sentimientos, deseos, palabras y acciones, y produciendo una vida de suceso.

Los que aspiran a hollar el sendero espiritual deben estar bien encaminados en el desarrollo de la autoconciencia. No existe la espiritualidad genuina sin autoconciencia. Sin embargo, el largo y arduo trabajo de desarrollar la autoconciencia y fortalecer el yo se hace a través del autocentramiento y el autointerés, y muchas veces lleva a un egoísmo exacerbado, ambición desmedida, orgullo exagerado y vanidad excesiva. Es esa condición la que el león monstruoso del mito representa.

Por detrás del yo que conocemos, existe lo que podríamos llamar un yo más profundo: el Yo Superior, nuestra esencia espiritual. El pequeño yo está caracterizado por un sentido de aislamiento y separación, mas el Yo Superior sabe que es uno con todos y con todo. En el mito, Hércules representa ese Yo Superior, buscando eliminar los excesos del pequeño yo.

El león era invulnerable a cualquier arma, lo que significa que ningún artificio mental, teoría, creencia o técnica podrá solucionar la exacerbación del yo. Las dos entradas de la caverna representan los pensamientos y los sentimientos, y mientras estemos involucrados con ellos, el pequeño yo seguirá engañándonos y jugando con nosotros.

La solución encontrada por Hércules fue la de sofocar al león, impidiéndole respirar el aire que le daba vida. El aire que vivifica al pequeño yo es nuestro interés en nosotros mismos. Así, sofocar el león significa dejar de dar tanta importancia y prestar tanta atención al pequeño yo, con sus defectos y cualidades. La exacerbación del yo es causada por el autointerés y no podrá ser corregida por la preocupación por el autoperfeccionamiento. La solución es el auto-olvido.
Ricardo A. Georgini
ricardogeorgini@yahoo.com.br