Los tres niveles del horóscopo

5.7.18

Urano a través de Tauro






Urano a través de Tauro
La entrada de Urano en Tauro nos habla de una relación difícil. La “mente cósmica”, aquel que desvela los secretos, entra en Tauro, el signo del deseo fijo, el signo donde las formas lunares encuentran su exaltación. Las formas densas y sensuales de la naturaleza deben reconocer la llegada de las novedosas ideas que siempre trae consigo Urano, y esto no es fácil.  
Es claro que el planeta espiritual y ocultista por excelencia no está cómodo en Tauro, Urano está en caída en el signo donde la luz se expresa a través de las formas lunares/terrenales exaltadas. 
Por otro lado la Luna cae en Escorpión y Urano se exalta en él porque es en el signo contrario a Tauro donde se trasciende el poder  de las formas, demostrando que es a través del desapego que la Libertad (Urano) puede realizar su labor; la libertad pide flexibilidad, y la mente “cósmica”, vinculada a las leyes ocultas, necesita del desapego de las viejas normas para imponer las nuevas que el mismo desvela.
Así pues, la pregunta que nos podemos hacer es: ¿cómo se va a desarrollar Urano, la mente divina, en el signo donde más se muestra el apego/deseo por las formas de la madre naturaleza?, ¿cómo se va a interpretar a Urano, “el revolucionario”, desde el signo donde el deseo tradicional por las formas es vivido como una necesidad natural?

Este tránsito es la relación del 7R (cualidad principal de Urano)  penetrando en el terreno del 4R (el reino de Tauro), siendo esto, desde un punto de vista exotérico/personal, una relación difícil,  donde el  poder del orden, la magia organizada la geometría, o la Voluntad divina en la Materia no está cómoda en el reino del 4R en Tauro, donde la fuerza de los deseos ancestrales con su correspondiente tensión y  esfuerzo (con vocación espiritual o no) es la premisa para lograr la ansiada armonía y belleza. Es claro que esta relación creará un conflicto y una destrucción en los deseos taurinos según los verá la nueva perspectiva uraniana como ya caducos. Pero para que esta destrucción sea vivida como una oportunidad, como una intervención divina en los tres mundos de expresión de la naturaleza personal, la conciencia o alma gestora deberá tener un cierto grado evolutivo, un nivel en donde la mente no esté condicionada por la emoción y así, desde el desapego, interprete o perciba con claridad el impacto de Urano. 
En un sentido muy positivo podríamos decir que Urano en Tauro obligará a la mente a buscar soluciones intuitivas, soluciones incluyentes, soluciones donde la tendencias mas exotéricas del signo (relacionadas con un Venus astral) deberán reajustarse con las energías poderosamente mentales y novedosas que impone Urano. Si esto se  lleva a cabo, Vulcano, como el regente esotérico de Tauro, entrará en juego, como el poder de forjar (construir-modelar) en la naturaleza forma de expresión aquella intuición (nueva idea o  valor espiritual) percibida gracias a la intervención de Urano.
Vulcano es el forjador en la Materia, aquel que moldea en ella la Voluntad de Dios para Su expresión a través de ella, y esto lo hace a través de la fuerza de la aspiración, el deseo de mejorar que utiliza las fuerzas básicas del sacro para expresarse en forma creadora a través del chakra laringe.




Dos formas de entender la relación Tauro - Urano
Exotéricamente Tauro es el deseo inevitable, kármico, que lleva a la lucha “ciega” y su constante pensar condicionado o apegado para finalmente expresarlo en forma poderosa.
Para una conciencia exotérica Urano en Tauro puede activar los deseos en forma “extraña”, deseos perversos, alteración de la naturaleza y sus normas, separación abrupta y total entre materia y espíritu. Este tipo de conciencia está relacionada con la cruz mutable, la fuerza de la personalidad activada por las volubles, inconstantes y caprichosas tendencias del deseo. Aquí Urano, inconscientemente para la personalidad, es destructivo. Es la actividad desestructurada y alterada de la forma identificada con los deseos excesivamente centralizados (apegados) de la personalidad.

Esotéricamente la fuerza o deseo taurino es la bondad de la fuerza motivadora que relaciona la voluntad espiritual con la forma concreta, esta relación invoca la intuición que se refleja en la forma como inteligencia creadora, armonía, belleza práctica o natural.
Para una conciencia mas esotérica Urano en Tauro es claramente la potenciación de la inteligencia u orden espiritual aplicada a las leyes de la naturaleza. 
Esta actitud  esotérica tiene dos fases: 
La primera está relacionada con las conciencias evolucionadas o de buena voluntad, es la ascensión a la cruz fija a través de la transmutación del deseo taurino en aspiración. En esta fase la dualidad entra en juego y el Alma se descubre en  la interacción dual inteligente transformadora y constructiva. Es el camino del discípulo. Es la conciencia magnética del Corazón.
La segunda, que es para conciencias muy elevadas, es la ascensión a la cruz cardinal a través del servicio universal acuariano. La cualidad de esta cruz (amor incluyente) permite aplicar el aspecto voluntad del alma al cerebro o mundo físico vía la mente. Aquí definitivamente la forma-materia está unificada con “lo” espiritual, es el camino del iniciado, aquel que expresa Voluntad al Bien como Propósito de Dios. Es la captación por parte del Alma de la dinámica voluntad de la Monada expresada a través de la materia o personalidad purificada. Es la actividad (inherente en la vida) como expresión de la divinidad.



Desde Acuario - Tauro
Que la próxima gran conjunción de Jupiter Saturno en Acuario en el 2020 que inaugura un ciclo de 260 años de conjunciones en signos de Aire esté regida esotéricamente por el mismo Júpiter en Acuario y exotéricamente por Urano en Tauro, da a entender que en el inicio de este nuevo ciclo las cualidades de los dos signos van muy unidas. En este sentido pienso que para finalizar con el artciulo son muy adecuadas las siguientes palabras del Maestro Tibetano extraídas del Libro Astrología Esotérica/Capitulo de Tauro:

“Así como la Era Acuariana viene a la manifestación para nuestro planeta, trayendo en su estela la percepción universal de las nuevas expresiones de la síntesis del mundo, los intereses humanos y la religión mundial, así la humanidad, el discípulo mundial, comienza a ser influido por Tauro, lo cual traerá en esta época la reversión de la rueda de la vida para esos miembros de la familia humana que están preparados, y son hoy numerosos. Esto está sucediendo y sus resultados son inevitables e ineludibles. El interrogante principal es: ¿Producirá esta influencia taurina, acrecentada como lo está por las entrantes fuerzas de Shamballa, el enfoque de la luz que Tauro custodia, o fomentará simplemente los deseos, aumentará el egoísmo y llevará a la humanidad a las “ardientes cumbres del autointerés”, en vez de llevarla al monte de la visión y de la iniciación?”





David C.M. (logos.astrologiaesoterica@gmail.com)

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