Por Ricardo Georgini
Libra
El signo de Libra, la Balanza, está relacionado con el equilibrio y con la elección. Es solamente en medio de condiciones equilibradas que cualquier elección es realmente posible. En el períoodo del 23 de septiembre al 22 de octubre de este año, las energías de Libra estarán ampliamente disponibles, estimulándonos a un mayor equilibrio y a ejercer más plenamente nuestra capacidad de escoger.
La elección presupone la libertad. Una elección hecha sin libertad ya no es una elección. ¿Pero cuán libres somos, dentro de nosotros mismos, para escoger? Naturalmente, debe existir también libertad externa, en nuestro ambiente, para poder manifestar nuestras elecciones. Sin embargo es principalmente la ausencia de libertad interna, psicológica, la que nos impide escoger. Normalmente, estamos condicionados internamente por una serie de apegos, creencias, hábitos, deseos, etc. Lo que pensaremos sobre cierto asunto, lo que haremos en una cierta situación, cómo viviremos nuestra vida – todo eso, aunque no nos demos cuenta, está grandemente determinado por nuestros condicionamientos internas, y deja poco espacio para una elección real.
Muchas veces, al experimentar un sentimiento o deseo, tendemos a identificarnos excesivamente con él. Esto significa que, en un extremo, hacemos como si aquel sentimiento fuese todo lo que somos, como si fuésemos sólo él y nada más. De tal manera quedamos limitados a apenas aquello, en una condición de desequilibrio. Pero el flujo natural de la vida siempre nos trae otros estímulos y demandas, y nos invita a abrirnos a otras posibilidades. La energía de Libra contribuye para esta alternancia y variabilidad, ya que promueve un equilibrio. Así, la mente y el corazón son refrescados, y los pensamientos y sentimientos se tornan más moderados y amenos. Y ya no estamos más atados a cierto sentimiento o deseo, pero podemos, sí, elegir.
Con frecuencia, también nos identificados en exceso con nuestras opiniones y nuestro propio lado en cualquier cuestión. Libra nos incentiva a abrirnos para el otro lado e intentar colocarnos en el lugar del otro para ver su perspectiva. Así, podemos descubrir que las opiniones divergentes son muchas veces complementarias, y cada una tiene algo con qué contribuir. Esta actitud equilibrada nos permite ampliar nuestro conocimiento y comprensión; sólo entonces podemos, verdaderamente, realizar una elección.
También tendemos a identificarnos excesivamente con nuestra propia persona, familia, grupo o nación, considerándonos completamente separados e independientes de los demás. Y dedicamos nuestra vida a atender estrictamente los intereses personales y los de los nuestros. Libra nos enseña que no existe el bien individual, particular. Éste es un mal disfrazado, una ilusión. Todos los seres están inexorablemente interconectados, y algo sólo será, de verdad, bueno para cualquier hombre, si también es bueno para todos. El bien es necesariamente algo compartido, y es siempre bien común.
La influencia de Libra nos conduce a la moderación y el equilibrio en los sentimientos y pensamientos, para que no nos quedemos atadosa nada y podamos ampliar cada vez más nuestro conocimiento, de modo de realizar elecciones cada vez más conscientes. Y cuando un ser humano es verdaderamente consciente, sabe que es uno con los demás, y naturalmente escoge vivir por el bien común.
Ricardo A. Georgini
ricardogeorgini@yahoo.com.br
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