Los tres niveles del horóscopo

24.1.12

Acuario, Luna nueva


                                                                                            
                   
LUNA NUEVA EN ACUARIO (2012)


Durante el período de  luna nueva, nos concentramos en cómo puede manifestarse el Plan; considerando los diferentes medios, a través de los cuales "el poder de la Vida una" y el "amor del Alma una", se pueden expresar a través de los servidores del mundo. 

En la luna nueva se pone énfasis en expresar y extender la energía y la inspiración recibida, y en ese momento es interesante comprender qué energías fluyen hacia nuestro planeta a través del Signo en el cual la luna comienza su camino.

Cada mes, la maravillosa lógica del Universo hace llegar hasta nosotros una determinada energía y si se ha estado atento a su mensaje, nos llevará en una espiral hacia delante y hacia arriba, hasta la comprensión del siguiente Signo. De esa forma, cada mes, durante doce ocasiones, nuestro ser puede evolucionar y enriquecerse con sus experiencias.

Es muy importante para las personas reunirse en grupos para celebrar los Festivales de Luna Nueva y Llena cada mes. Al celebrar, pensar y hablar sobre estos festivales, conseguimos que nuestra aura y  nuestro cuerpo mental se tornen sensibles a las energías entrantes de los signos zodiacales. 

Cuando continuamos ésta práctica por tres, cuatro, cinco o veinte años la persona empieza a sentir las energías diferentes con su aura. En ese momento la teoría se detiene y se vuelve una experiencia práctica y tangible. A no ser que las personas experimenten estas energías con su “piel” la cual, esotéricamente, es el aura, y a no ser que finalmente se discrimine entre las energías, estas cosas serán como sueños para ellos. Vamos a “sentirla” algún día en diferentes pares de nuestro cuerpo cuando el sol entre en otro signo.

Por ejemplo, un signo puede darle una carga enorme en la cabeza. Otro signo zodiacal puede darle una carga en el corazón, en la garganta, en el centro ajna y en diferentes sitios en el cuerpo. Si vamos a ser discípulos –las personas quienes practican la Enseñanza– vamos a experimentar y finalmente a sentir estas energías. Una vez que empezamos a registrar o a grabar estas energías, empieza nuestro progreso real.

Podemos aprender como dirigir estas energías según el signo zodiacal que está estimulando determinadas partes de nuestros centros o cuerpo. Podemos aprender como dirigir estas energías en nuestros centros, en ciertos campos del empeño humano y en grupos, hasta que finalmente seamos dispensadores de Vida.
La Vida es energía que viene a nosotros desde todas las constelaciones. Acuario nos enseña que si vamos a ser dispensadores de Vida, debemos traer las energías de Vida para la vitalidad física, el entusiasmo emocional, el esfuerzo mental y el fuego espiritual para las personas.

Vamos a registrar y a saber;  luego a trasmitir y a dirigir estas energías. Una vez que la persona registra y trasmite estas energías su existencia empieza a cambiar. Las personas piensan que escuchando, aprendiendo, y acumulando información les beneficia, pero no es así. Sin belleza y espíritu interno, todo se convierte simplemente en información.

Fluye por todo nuestro Universo en esta Luna Nueva, la energía de la Constelación de Acuario, posiblemente uno de los Signos más sagrados del Zodíaco.
Pensemos en Cada Signo como un Sagrado Señor de Vida y el compromiso que Acuario tiene con la humanidad es conseguir el despertar de la nueva Humanidad.

Acuario es la Luz del Alma Universal y todo ser que ha despertado siente la necesidad de beber del Agua Viva de Acuario, que junto a los restantes Signos que forman la Cruz Fija, en la cual es crucificada la personalidad del discípulo, está actuando sobre la Personalidad, puliéndola como el diamante que debe llegar a ser para `poder un día reconocer al Ángel Solar que medita profundamente en su interior.

El Sonido y la Luz son las dos líneas paralelas que como un relámpago representan al Signo de Acuario.

La voz de quienes sintonizan con el trabajo de Acuario, puede volverse “mantrica” y magnetizar con su profunda energía a quien le escucha.

Una de las definiciones que hacen sagrado a este Signo, en su esencia virginal, es la intensa percepción y amor que se tiene por el entorno, por el grupo,  la sociedad y país en donde se decidió vivir ese ciclo, superando esos conceptos en significados más altos, hasta que cada ser se convierte en ciudadano del mundo.

Las convulsiones de gobiernos y de estamentos financieros están comenzando a actuar fuertemente con la energía de Acuario y de Urano, revestido este intenso planeta con la Fuerza ígnea que durante años recibirá del Signo de Aries en donde está ahora situado.

En Astrología ortodoxa, se nos dice que el Sol está en caída en este Signo, y esto no es debido en absoluto a una carencia de fuerza.

El Sol es la identidad, la lucha por conocer todos los matices que nos pueden llevar lo más cerca posible a cómo deseamos ser.

Gran parte de ese trabajo se hace bajo la comprensión del Signo de Leo. Cuando la identidad es real para la propia persona, no necesita ni empequeñecer a otros para sentirse fuerte, ni depender del exterior ni de los demás para sentir su propia fuerza.

El auténtico ser de Leo se ama a si mismo y por lo tanto ama a los demás. Es la propia energía quien marca esta forma de actuar y, es entonces cuando la bella energía acuariana estalla en todo su esplendor.

El Sol como identidad propia se debilita porque no necesita demostrar nada.
Sencillamente “Es” y fundiéndose con el entorno y con  el inmenso sentido de fraternidad, se olvida de si y se convierte por ello en líder aceptado.

El lugar de Acuario, como undécimo Signo del zodíaco desea hacer realidad, tal como su nota clave indica, en el más amplio sentido, colaborar con la meta de la Jerarquía.

Vicente Beltrán, solía hablar mucho de la importancia de Acuario y de Urano remarcando especialmente su relación con ese avance de la humanidad.

Las energías del Señor de la Constelación de Acuario….”cuyas estrellas brillan más por amor a nosotros que por ellas mismas”  decía Vicente Beltrán Anglada, se encuentran entre nosotros.

En su primer período que abarca unos 700 años, Saturno tiene una gran influencia a través de pruebas, limitaciones y aprendizajes,  que dan paso en su momento adecuado a ser aptos para aprovechar las inmensas oportunidades que siempre están en el Camino.

Tan sólo a través de esos cambios individuales llegaremos al cambio de la sociedad y a derribar cualquier cosa que impida la evolución del Alma Una. Esa palabra – CAMBIO- está totalmente unida a Acuario y a Urano.

Es un pensamiento simiente totalmente necesario en los momentos que vive el Planeta Tierra.

Desde el corazón, siempre.

Joanna

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