Escorpión:
la solución del conflicto interno.
El
mantra espiritual de Escorpión es:
“Guerrero yo soy, y de la
batalla emerjo triunfante”
La
relación entre el Yo superior y el inferior esta muchas veces
representada como una lucha. Podría ser representada también como
una danza, por ejemplo, o como una conversación, o un trabajo
conjunto. Mas la lucha, realmente, simboliza ciertos aspectos de la
relación entre lo superior y lo inferior dentro de nosotros. Y puede
ser de gran valía reflexionar sobre esto.
El
yo inferior, también llamado personalidad, acoge al cuerpo físico,
las emociones y la mente analítica. El yo superior, también llamado
alma, es la mente intuitiva, la sede dentro de nosotros de la
sabiduría, el amor, la voluntad espiritual y todas las demás
cualidades superiores.
Naturalmente
el yo inferior tiene una percepción bastante limitada y ilusoria
sobre si mismo, de los otros y del mundo. En su visión, todos los
seres están separados y el está independiente y alejado de los
demás. En cambio el Yo Superior tiene una percepción mucha mas
abarcante y exacta sobre las cosas. El ve la interrelación y la
interdependencia en todo y percibe al si mismo como uno con todos.
A
partir de cada una de estas dos visiones, surgen objetivos
diferentes, con sus motivaciones y conductas correspondientes. El Yo
inferior ve el egoísmo como un bien, mientras que el Yo Superior
percibe el bien en el altruismo. Con todo, las dos visiones (la mas
estrecha y la mas amplia) existen dentro de nosotros y a lo largo del
día y de las semanas oscilamos entre el foco mayor de una de estas
visiones o el foco mayor de la otra. En ciertas situaciones, cuando
somos capaces de percibir las dos visiones dentro de nosotros, cada
una de ellas procurando prevalecer en aquel momento, es entonces que
debemos debatir, enfrentar y escoger alguna decisión, estando
divididos entre lo que parece bueno para el yo inferior o lo que el
Yo Superior percibe como lo mejor.
Toda
esta situación se complica aun mas debido al hecho de que en
diversas circunstancias no sabemos con claridad que alternativa está
desacuerdo con los intereses del yo inferior y cual está de acuerdo
con los del Yo Superior; vemos alternativas, mas no discernimos lo
que esta tras de ellas. Frecuentemente, las cosas no son lo que
parecen, y el egoísmo fácilmente se disfraza de altruismo dentro de
nosotros mismos!
El
lugar donde todo este conflicto interno puede ser resuelto es el
campo mental. La mente analítica y la mente intuitiva deben
aprender a entenderse mutuamente a trabajar juntas. La mente
intuitiva debe esclarecer a la mente analítica, y esta a su vez,
debe orientar las emociones y las acciones en dirección a la
claridad obtenida. Esto significa que la solución para la mente
analítica es buscar internamente la visión mayor de la mente
intuitiva. Pero, mas allá de esto y después de iluminada por la luz
superior, la mente analítica debe lanzar esa luz sobre las emociones
y las acciones. Es como si la mente analítica tuviese que explicar
(pacientemente y cuantas veces fuera preciso) para la forma emocional
y el cuerpo físico aquello que fue comprendido , de modo que esta
dos fuerzas (emocional -física) se puedan ajustar para participar
adecuadamente.
Es
así como el individuo puede sacrificar alegremente sus estrechos
intereses egoístas en favor de los intereses mayores colectivos. Es
así como el Yo Superior triunfa y el yo inferior se vuelve su socio.
Entonces, cada uno de los dos desempeña su debido papel: el Yo
Superior indica el propósito, los principios y los valores de la
vida; y el yo inferior es el que debe hacer la aplicación práctica
y materializar todo esto. No hay victoria sin unión. El Yo Superior
no trata de derrotar al yo inferior sino conquistar su cooperación.
Ricardo
Georgini
ricardogeorgini@yahoo.com.br
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