Vamos a vivir de nuevo ese especial período de Luna Nueva. Un tiempo en el que las energías desde el firmamento se precipitan en nuestro interior y para ello es necesario que ese interior esté en calma, en silencio algo que tiene una relación directa con Sagitario Signo que sigue fluyendo en estos días en los que nuestra humanidad vibra con distintas emociones y sentimientos al ser parte indivisible de lo que en el planeta sucede.
Si conseguimos esa serenidad, nuestro propio anhelo contacta con los miles de seres que saben de la importancia de estos aspectos lunares tan ligados a nuestra humanidad. Reafirmar o comenzar los proyectos e inquietudes que son parte de nuestra vida y servicio. Llenarnos al máximo de respeto y de lo que se puede denominar devoción intelectual, es decir observando la agitación y las emociones desbordadas en los diversos campos que afectan a la humanidad, dirigir nuestro profundo sentimiento de confianza y de fe, para que la comprensión se transforme en luz.
El Fuego de Sagitario nos llega con toda la profunda transmutación y muerte ya sea de esquemas o a través de sucesos que emana Escorpio. Sagitario siendo un Fuego maduro es expansivo y apasionado, ligado a distintas formas de creer y de sentir y esa expansión llega por igual al amor y al fanatismo.
Saturno situado en ese Signo tan especial y en el que se produce la Luna Nueva, es decir en Sagitario, nos hace pensar en que el karma tiene una amplitud que puede devenir desde siglos atrás y efectivamente estamos experimentando las vivencias que como naciones se han ido produciendo.
Lo importante es pensar que no somos en absoluto impotentes ante esto acontecimientos. Que preocupaciones o temores no han de impedir que el trabajo de los seres de Buena Voluntad, ese canal cada vez más potente, no realice su trabajo.
Individualmente ese primer trabajo es el cambio en nosotros mismos. Evitar todo tipo de manipulación, de egoísmo o de victimismo. Ese cambio individual es de una importancia absoluta para el cambio total de consciencia que afortunadamente se desarrolla cada vez con mayor intensidad.
La meditación, la oración, el pensar en el amor impersonal son las herramientas que pueden contrarrestar todo lo nocivo y doloroso que sucede.
Dos de esas grandes herramientas son relativamente nuevas. La Gran Invocación y el sagrado mantram Gayatri poseen una fuerza inmensa y millones de personas las emiten al espacio en repetidas ocasiones cada día, siendo infinitamente más positivas en Luna Nueva y Luna Llena.
Todo aspirante o discípulo lo sabe y en tiempos intensos como los que nos indica el Cosmos, es un deber espiritual llevar a cabo esos estados interiores positivos y la recitación profunda, desde la fuerza que habita en nuestros corazones para colaborar en la medida más necesaria posible a aspectos que indican sin duda alguna que los cambios pocas veces llegan sin experiencias no deseadas aun cuando sean necesarias.
Ese cosmos que es nuestro auténtico hogar está actuando a través de Planetas exteriores que han tenido siempre relación directa con los cambios profundos en nuestro Planeta Tierra en todos los niveles, de la misma forma que la conjunción de Marte con su sentido de ira o de fanatismo en conjunción con Lilith o Luna negra que tiene en si un gran componente de ese mismo sentimiento, conjunción que ha sucedido en los atentados en Nueva York y en Madrid entre otros. Ese aspecto está vibrante estos días.
No son párrafos para infundir temor sino todo lo contrario. Para movilizarnos como nunca para colaborar con toda la inmensa y bendita Energía de Los Maestros y del Mundo Angélico en Su propósito de hacernos avanzar como humanidad amada por Ellos hacia una época de Luz y avance en el Sendero.
Con profundo respeto y amor hacia nuestro Planeta y hacia nuestra humanidad.
Joanna
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