Astrología esotérica versus exotérica
En este artículo vamos a continuar con el análisis
comparativo de las casas del horóscopo, una analogía entre los significados más
exotéricos frente a los más esotéricos, aunque bien es verdad que estos
significados están muy mezclados. Causa y efecto a menudo se confunden pero hay
que saber que todo reflejo externo u objetivo tiene su razón de ser en la
conciencia interna más subjetiva, y en este sentido, todo aquello material que
trae consigo una casa está relacionado con las causas más espirituales que se
amagan tras sus efectos.
Es importante entender que la perspectiva esotérica no
rechaza la exotérica sino que más bien la enriquece. Cada vez hay más
conciencias para la cuales la perspectiva astrológica tradicional no es válida
invocando con ello una visión más certera, más cercana a su necesidad, su Alma, la hermana mayor de
la Personalidad o aspecto exotérico.
Este artículo estará dedicado enteramente a la casa 7, ya que
consideramos que esta casa debido al poder complementario que ejerce sobre la siempre
importantísima casa 1 y su signo ascendente necesita de una mención más extensa
y especial.
La Casa 7: “el complemento ideal”
Astrológicamente esta casa
es muy importante por ser angular y aspectar o estar en relación directa por
oposición con la casa uno, la primera, la casa del yo.
El yo en casa 1 se relaciona
o “mira de frente” al otro situado en
casa 7, la casa más lejana del yo, aquel lugar desconocido y por ello tan
deseado.
Para la astrología exotérica la casa 7 es la casa de las
relaciones importantes y por tanto es la casa de los deseos compartidos como lo
son el sentimiento, pasión, negocios, sexo, el esposo, la esposa o la gran
alianza personal y social reflejada en el matrimonio.
Fijémonos que las dos casas que nos hablan más claramente del
deseo en un horóscopo están regidas por Venus. La casa 2, donde se expresa el
deseo sentimiento más propio-posesivo del sujeto; y la casa 7, donde se expresa
el deseo menos personal y por tanto más desconocido, más proyectado en el otro
y su entorno. En este sentido la casa 7 es la casa del máximo deseo, “allí
donde reposa la mirada”, el lugar (o la persona) que genera el mayor
sentimiento, la persona más desconocida y sorprendente para el yo, la persona
con la que compartir el sentimiento más cercano y personal de la casa 2.
Esotéricamente hablando el gran poder de manifestar de casa 1
o el “yo” encuentra su equilibrio, su compensación ideal, en la casa 7 o el
“tu”, y no olvidemos que “Dios vive en
ti como Tu”.
El “Tu”, espiritualmente hablando, es aquella “misteriosa” voz
interna con la que el “yo” se sincera y comparte, aquella voz consejera y
rectora, el llamado “ángel de la guarda”, la divina inteligencia del Ángel Solar que nos trae a la conciencia
el equilibrio que necesita o invoca con su deseo mas sincero nuestro “Yo”. Por
tanto en esta casa está la relación más
apreciada por la conciencia, el inteligente y valioso complemento que
nos acerca al Ideal o Propósito del Alma.
Se habla mucho en las escuelas esotéricas de la función del
Ángel Solar pero en realidad su tarea es clara y sencilla, Él es la inteligencia o luz mental que nos trae a la conciencia la
plenitud del Alma, esta es Su sagrada aportación, y cuando ya en
determinada vida uno ya es plenamente consciente del “divino morador interno”,
el Ángel ha cumplido su misión y queda liberado.
La inteligencia creadora auto-consciente está en casa 5,
donde está el cuerpo causal, una mezcla consciente del nivel evolutivo heredado
con sus singularidades, tendencias y talentos propios. Pero el divino deseo
inteligente, (hasta cierto punto inconsciente para la casa 1 y 5), portador de
relación experiencia aprendizaje y mayor conocimiento, está en la casa 7 y el
significado de su signo regente.
Tradicionalmente esta casa
rige la parte más baja del plexo solar, allí donde el deseo se confunde con el
instinto. Rige los riñones, glándulas adrenales, vejiga, órganos reproductores,
en cierta medida también las venas, todas partes vinculadas a la fluidez de los
líquidos corporales. La fluidez liquida, no estancada, esotéricamente hablando es el símbolo del
poder motivador de la emoción o del activo deseo inteligente; tanto sea
inteligencia espiritual como mas material, la fluidez es la sustancia
inteligente que nos vincula (nos mueve a) con nuestro entorno tanto interno
como externo.
En verdad en esta casa bien
fluye la emoción vinculadora, el inteligente deseo a través del cual la luz del “si- mismo”, que emerge del signo de la casa
1, se descubre y afirma en relación a su entorno.
Es pues gracias a la natural
inteligencia de la casa siete y su signo regente que el propósito del Alma
escrito en el signo ascendente se manifiesta en toda su belleza.
Venus en una conciencia evolucionada es la
mente condicionada por el Alma, y en una conciencia mundana es la mente
condicionada por el cuerpo emocional de deseos y como solemos decir, entre los dos
extremos miles de matices karmico-evolutivos.
Independientemente del nivel de conciencia que condicione a
la mente venusina, Venus como arquetipo es la expresión inteligente de la mente
concreta, y está expresión, está muy activa en casa 7. Él, desde su singular inteligencia, concreta
o armoniza el propósito emergente de casa 1 con el aspecto más lejano e
inconsciente, y por ello divino e idealizado, reflejado en casa 7. La inteligencia venusina en el entorno de la
casa 7 concreta el vínculo entre el yo y el tú.
Por tanto la casa 7 es la casa donde a través de Venus se
experimenta y concreta la unión con “aquello deseado”, y la unión es belleza, equilibrio,
la luz de la inteligencia. Y es por ello que en la línea horizontal casa 1
versus casa 7 se relacionan y unen la proyección y la reacción, la propuesta y
su aceptación, el deseo y su experiencia, el ideal motivador y su realidad
concreta, la idea y su respuesta inteligente, el propósito y su luminosa
concreción, el espíritu y su belleza, lo conocido y lo desconocido, la acción y
la recepción…, la casa 7 es la inteligente compensación de la directa, a menudo
impetuosa, pero siempre genuina energía proveniente de casa 1.
Podemos decir pues que la casa 7, a través de la inteligencia
de Venus, es el campo de experiencia, tanto material como espiritual, a través
del cual se desarrolla y concreta la emergente luz del Alma proveniente de la
casa 1.
Dualidades hermanas, relaciones creadoras
Desde los significados más esotéricos de los signos, (no
tanto de las casas), surge el vínculo que demuestra que en nuestro Universo Dual
los 12 en verdad son los 6.
Y es así como, el ímpetu creador e incisivo de Aries se ordena y manifiesta en y a
través de la mente equilibrada de la “balanza”; tanto como es así que, el inteligente
punto medio de Libra se enriquece
con la poderosa manifestación de la inspirada iniciativa mental del “carnero”.
Y es así como, la poderosa aspiración de Tauro se fundamenta en la verdad adquirida en el campo de
experiencia transformador del “escorpión”; tanto como es así que, el intenso y
apegado Escorpion se libera gracias
al noble ímpetu del deseo sublimado del “toro”.
Y es así como, el espontáneo y disperso poder comunicador de Géminis se canaliza gracias a la
intuición del “arquero”; tanto como es así que, el objetivo fuertemente
idealizado de Sagitario se
flexibiliza y expande con la comprensión dual de los “hermanos gemelos”.
Y es así como, la pureza sensible de Cáncer se estructura a través del
caminar espiritual de la “cabra”; tanto como es así que, la voluntad de
materializar de Capricornio se
comparte y dignifica a través de la precaución
instintiva e intuitiva del “cangrejo”.
Y es así como, el poder rector auto-consciente del león se
torna humano y comprensivo a través del sentido universal de Acuario; tanto como es que, la
impersonalidad del “aguador” encuentra su raíz social y servicial en la
consciente y brillante expresión del si-mismo de Leo.
Y es así como, la necesidad de ser y servir desde el amor de Virgo, encuentra su complemento ideal
en la intuitiva sensibilidad de Piscis;
tanto como es así que, la fluidez psíquica del “pez” se canaliza a través de la
inteligencia protectora y constructora
de la “virgen madre”.
Tras estos “juegos” duales, con sus significados y opuestos,
bien podemos realizar un ejercicio de reflexión interna que pondere los
significados de nuestra casa/signo 7 con los de la casa/signo 1, sabiendo que
el Propósito del Alma está en el signo ascendente y Su Divino Complemento en el
signo opuesto.
Escrito finalizado en la Luna llena de Acuario del 2018
“yo
soy agua de vida vertida para los hombres sedientos”
Nunca nos hemos preguntado ¿Cómo puede ser que un signo de
Aire sea portador de Agua?, esotericamente
hablando en la sutil libertad del Aire se sitúa la intuición o clara
comprensión, y en el aspecto purificador del Agua el contacto o emoción amorosa,
y es ahí donde está el tan característico sentido del servicio del “aguador”,
ya que él intuye la necesidad y la sirve en su justa medida (jarrón) desde el
amor..
Acuario es el Amor que permite intuir la necesidad vital (2R)
que a través de la Luz de la Inteligencia o justa medida (5R) se Materializa u
ordena como Servicio (7R).
David C.M. (logos.astrologiaesoterica@gmail.com)
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