PISCIS TRANSFORMANDO A LA HUMANIDAD.
La esencia y mensaje de la Astrología es totalmente atemporal.
Su energía se renueva en cada uno de los importantes momentos en los cuales los Planetas, a los que debemos considerar con inmenso respeto, como Vidas y como grandes Seres, mantienen un compromiso cósmico generador de evolución.
Estas energías cósmicas están proyectando en estos importantes tiempos una total atención enfocada a que nuestro Planeta Tierra se convierta en un Planeta Sagrado.
Por diversos motivos no he podido compartir sensaciones sobre las vivencias de este bello Signo antes del momento de la Luna Llena en Piscis, pero tal como indico anteriormente, su mensaje siendo atemporal, toma en cada momento una mayor Luz.
Luz que se amplia y fortalece grupalmente, cada vez que un ser humano “siente” con una casi dolorosa claridad, el deseo, el anhelo, la necesidad del regreso a la Casa del Padre.
Toda meditación grupal vivida desde el corazón, desde la amorosa impersonalidad, consigue en determinados momentos que se precipiten fuerzas tan poderosas que posiblemente, tan solo los discípulos más evolucionados lleguen a captar en su totalidad.
En referencia a la importancia del trabajo a realizar durante las meditaciones, Vicente Beltrán Anglada nos dice:
“Individualmente podemos meditar o invocar estas energías, pero existe un raro fenómeno de tipo cósmico cuando las meditaciones se realizan en grupo compartiendo juntos un mismo ideal de unidad y de servicio. Entonces las energías quedan elevadas a una enésima potencia, con un ritmo y un dinamismo que tiene la virtud de esclarecer el ambiente planetario de donde se realizan estas meditaciones. Podría decirles que una meditación de grupo crea un vacío tremendo que alcanza a veces muchos... muchos kilómentros. Dentro de este vacío se propaga misteriosamente la energía que hemos invocado, de ahí que la Jerarquía tiene un interés muy especial en remarcar el hecho de que se realicen conjuntamente los grupos de afinidad espiritual para contribuir con su unidad mental-emocional, la Ilegada a la Tierra de estas energías cósmicas”.
La humanidad se encuentra en este momento atravesando una intensa crisis caracterizada por desastres naturales, conflictos belicos, crisis economica, etc. Las energías liberadas durante los anteriormente mencionados días de Luna Llena, acivan fuertemente a esos Dioses del Cambio que son Urano, Neptuno y Plutón y que en forma especial, están situados en Signos que tanta relación y compromiso tienen con la evolución del Planeta Tierra.
Aries y Piscis son el Alfa y el Omega del Zodíazo y todo cuanto se creó a través de la fuerza primigenia del Signo, tiene ahora su culminación en el Signo de Piscis. Principio y Final.
Preparación intensa internamente de todos los estados de conciencia del ser humano, individual, de los grupos espirituales, de todo Servidor, de la humanidad en si.
Momentos de liberación de todo cuanto no es necesario, en los niveles físico, emocional y mental. Todo final significa un renacer y el cuerpo luminoso de la Humanidad se sumerge en las Aguas Salvadoras de Piscis para ese renacimiento en el pròximo Festival de Luna Llena en Aries.
Es la maravillosa lógica del Cosmos expresada a través de sus Embajadores Planetarios.
Desde la Jerarquía, pendiente siempre de ese proceso de evolucion planetario, la Salvación es un proceso de atracción magnética hacia el centro de la conciencia, una irradiación de luz que despierta y eleva hacia realidades más serenas.
Es más que nunca, en Piscis, el Cristo sacrificándose por la humanidad, y la humanidad reconociéndolo como un Hermano Mayor que muestra el camino para que todo aspirante, discípulo y todo ser humano que anhela entrar en esas avenidas de luz, se convierta a sí mismo en salvador de sus hermanos.
El amplio y bello significado de Piscis indica esos momentos en los que final y principio marcan un nuevo punto de partida, el cual es cada vez más apremiante y lúcido, tanto desde nuestro interior como desde la vivencia que todos percibimos en los apremiantes cambios que demanda nuestra humanidad, nuestro mundo.
La Chispa Divina brilla cada vez más cuanto más ardientemente nos identificamos con la energía de Piscis. Empatía, compasión nacida desde el corazón, amor a la humanidad, renuncia, sacrificio de uno mismo por una causa mayor…todo ello significa la Energía que hemos recibido plenamente en estos días de Luna Llena.
Los dos peces, cuyo símbolo está relacionado con este Signo, van consiguiendo lentamente a través de esos estados de cautiverio,de renuncia y de sacrificio, que su simbología cambie, ya que durante eones uno de ellos, el más grande (la personalidad) arrastra a través de un hilo o sutratma, al otro pez, que en ese momento presenta un menor tamaño (el alma).
El Alma se mantiene aprisionada hasta el momento en que queda liberada por la muerte final de la personalidad que se lleva a cabo con la ayuda de los potentes Planetas que fluyen a través de este Signo de finales, consiguiendo que esa muerte se produzca en algun momento, y no estamos hablando del fin de una encarnación.
Dejo el Hogar del Padre y, retornando, Salvo
En la intensidad de estas palabras comprendemos que ya se ha sido capaz de emitir el fiat: “Hágase Tu Voluntad Padre y no la mía”.
El amor para estructurar una nueva forma de vivir, dota del magnetismo necesario para lograr una nueva forma de comprender el servicio, lo cual, unido a la devoción, se convierten en herramientas potentes en este Signo.
Entre otras energías que inundan los éteres del Planeta en estos días, Júpiter, denominado “el Hijo Predilecto de Dios” amplia nuestra capacidad de amar y Neptuno, el Planeta de la Trascendencia, nos hace ser como humanidad, instrumentos de la divinidad, ejerciendo con fuerza su influencia en este mes. Plutón, modelador de las Almas, completa el proceso en un Signo que también es denomionado “La Luz del Mundo”.
En este proceso de vivencia de Piscis, podremos vivir la Joya de la entrada de Neptuno en Piscis, en donde permanercerá durante catorce años, creando situaciones que apenas podemos prever, en cuanto a la auténtica comprensión del mensje de Cristo.
Todo cuanto ha sido traspasado al mundo distorsionando su auténtico mensaje que ha sido, Amor, inclusividad, respeto hacia uno mismo y entrega a través del servicio desinteresado hacia los demás resplandecerá, uniendo la auténtica devoción a la claridad mental conseguida durante los anteriores catorce años del paso de dicho Planeta por el Signo de Acuario.
Todo nos indica en estos días plenos de la energía salvadora, que dejemos atrás todo lo que no es necesario al proceso que el Alma desea hacer a través de su reflejo, la personalidad.
El regreso a la Casa del Padre, nos espera con apenas equipaje. La Luz no pesa, el Amor es intenso pero ligero, la Compasión lo inunda todo haciendo facil el camino. La tan difícil humildad bendice todo ese proceso, reforzando la inclusividad y rechazando todo tipo de prepotencia.
Cercanos ya a la renovadora fuerza de Aries, roguemos plenos de amor a nuestro Ángel Solar que nos ayude en esos procesos de liberar, para poder recibir y así ser capaces de dar lo mejor de cada ser.
Desde el corazón
Joanna
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