Los tres niveles del horóscopo

15.3.17

Equinoccio de Primavera - 2017







EQUINOCCIO DE PRIMAVERA  -  2017


Ni un solo  movimiento que suceda en el Universo deja de afectar al ser humano y a los distintos Reinos de la naturaleza.

Lógicamente, esos cuatro grandes Festivales que conforman Equinoccios y Solsticios, tienen una importancia remarcada en la humanidad y ellos, junto con las 24 fases de Lunas Nuevas y Llenas, intentan ayudar a que nuestros relojes de vida individuales se ajusten al máximo a ese Universo donde vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

En los Equinoccios, esa magnífica igualdad en la duración del día y de la noche, nos habla de algo tan importante como es el equilibrio. Nos indica que seguir las pautas de sus energías nos ayudan a ese siempre difícil equilibrio entre la personalidad y el alma.

Incluso es clarificador meditar en que  mientras en uno de los Hemisferios, la savia de la vida explota en su floración, en su energía de luz y en un nuevo ciclo,  el otro Hemisferio camina hacia la introversión, hacia el interior, madurando todo lo que ha producido el ciclo de luz ya vivido. Si la consciencia está alerta, podemos observar nosotros mismos como humanidad nos estamos ayudando.

Estar “sintiendo” durante tres días que ese movimiento especial de la naturaleza va a producirse, crea un espacio energético en nosotros lleno de posibilidades.

Los discípulos que están prácticamente ya en ese equilibrio, se preparan en realidad durante los noventa días anteriores a cada uno de estos eventos, modulando en su interior la música más armónica; están sintonizando con su nota vibracional con mayor profundidad.

No podemos por ejemplo dormir durante la mañana y comenzar nuestras actividades al atardecer. Actuar de esa forma lleva al desequilibrio, pudiendo presentarse estados de inercia, de depresión o desorientación.

Somos seres en los que viven las luces y las sombras y por ello, en los momentos en que la Luz universal se precipita hacia nosotros podemos encontrar con más facilidad nuestro propio equilibrio.

En el Equinoccio de Aries, el Sol corta aparentemente el Ecuador y va hacia arriba, hacia un estadio superior más sutil. El Ecuador es el punto medio. En ese paso nuestras energías trabajan con más facilidad hacia los centros superiores.

Hay como una línea vertical entre Aries y Libra y el trabajo continuo de la personalidad, superando momentos de desánimo, determina la actividad de los mencionados centros. Cualquier sentimiento de separatividad, de rencor o tantos otros que no son  fáciles de detectar, alteran el Plexo Solar que está conectado con el Ajna y nos afectan durante estos días y se invierten entonces las energías sutiles del Equinoccio, se activan aún cuada sea ligeramente y se precipitan hacia la materia, hacia lo denso, bloqueando o retrasando el camino.

La fuerza del Sol es ilimitada. De él emanan todos los planetas, esas Fuentes de Sabiduría con las que trabajamos cada día de nuestra vida. Podemos elevarnos a través de fluir con esas energías, y a través de la forma que cada cual tenga de meditar en la Luz y en el Amor, en forma individual o cuando sea posible grupalmente,  o bien podemos, ya que es nuestro libre albedrío, esperar a otros ciclos del Universo, aún cuando ello signifique perder oportunidades.

También denominamos al equinoccio como 0º de Aries y es como ver según estén situadas esas Vidas superiores que son los Planetas, la energía del año.

El Regente de Aries, Marte se encuentra en el signo de Tauro que retiene en parte la energía guerrera del planeta, algo conveniente ya que en Aries nos encontramos con Sol, Venus, Mercurio (Regente Esotérico del Signo) y con Urano.

Marte es una expresión más densa de la vibración de Plutón. Es una octava inferior y en estos tiempos Plutón en Capricornio forma cuadraturas intensamente significativas con Urano y Júpiter.

En el pasado siglo esa cuadratura sucedió cuando Plutón estaba en Cáncer en 1933. En ese mismo año Hitler y Roosevelt accedieron al poder, cambiando como sabemos el rumbo de la historia. Una vez más la historia nos demuestra como camina a través de las energías formadas en el Universo especialmente por los Dioses del Cambio, Urano,  Neptuno y Plutón. Cuando la cuadratura de estos planetas se vaya alejando y comiencen a formas un semi sextil, podremos comprender muchas de las cosas que ahora vemos con un sentido de  impotencia.

Cáncer representa la puerta por la que entramos a la vida en el pasado y Capricornio es el presente y futuro. Las dos grandes puertas para la humanidad. 

Todo ello hace pensar que la conflictividad que estamos viviendo en el mundo continuará con su camino de luces y sombras para cambiar paradigmas incrustados en la violencia y malversación de todos los bienes y recursos por el poder egoísta de diversos países.

Saturno que sigue desde Escorpio  su duro camino, pasando por Sagitario y llegando más tarde a Capricornio, estará en el inicio del 0º de Aries, en conjunción con la Luna. Sus energías siguen ciclos de una aparente diferencia pero en su trabajo interno, son complementarios. Saturno emplea casi 29 Años en regresar a su punto de partida y la Luna algo más de 28 días en su ciclo mensual y por progresión, 29 años.

Plutón marca aspectos friccionales con diversos planetas, lo que contribuirá a que todo lo que no es necesario y ya no es auténtico, siga desplomándose y contribuyendo a esos tan necesarios cambios.

Júpiter en Libra, planeta y signo amantes de la paz, llevará energías de diplomacia y de armonía a este principio de año astrológico, marcando todo el mapa hasta el próximo solsticio en el signo de Cáncer.

Es un momento sin duda importante para una humanidad que anhela crecer, saber, ayudar. El silencio y la meditación en ese día será de por si un servicio a todo el planeta.

Joanna

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