Plenilunio de Cancer (2012)
La
proximidad del plenilunio bajo las energías de la constelación de
Cáncer, evoca en la memoria de cada uno de nosotros como parte de la
humanidad, infinidad de sentimientos y de vivencias subjetivas, que
se reavivan con fuerza ante un Signo a través de cuya puerta
entramos a la vida de la forma física, buscando y anhelando desde
entonces fundirnos con la luz.
Cercano
a ese plenilunio una nueva respiración de nuestro Universo en el
Solsticio que refuerza en su esencia esa relación con la
Luz….
Construyo
una Casa iluminada y en ella habito
En
estos momentos tan especiales en los cuales las energías cósmicas
ofrecen con más fuerza su ayuda, nuestra Aura puede revestirse con
esa Luz a través del servicio desinteresado, del profundo silencio
interior, del agradecimiento por todo lo que nos
ha sido dado y que nos ha permitido obtener herramientas para la
propia evolución así como poder cooperar en nuestra medida a la de
los demás.
Observamos
y vivimos fuertes trastornos prácticamente en todo el Planeta y
todas esas convulsiones, nos indican que se están produciendo
expansiones de conciencia demandadas por nuestra Alma, para que las
Aguas de Cáncer no queden estancadas por las rutinas, la comodidad o
lo que puede ser peor, la indiferencia.
En
este Signo comenzó la influencia de la Jerarquía y tras miles de
años la conciencia de masa propia de Cáncer, ha evolucionado y la
luminosidad que procede de la conciencia grupal, está enfrentando
injusticias a través de voces insospechadas como la de un gran ser
que bajo la aparente inofensividad de una monja benedictina de
Montserrat, Teresa Forcades, expone serenamente argumentos que
despiertan conciencias.
Bajo
esa “Casa Iluminada” y desde todos los puntos del Planeta, los
hermanos mayores de la humanidad, los iniciados, trabajan intensa y
calladamente para llevarnos hasta la dignidad que confiere el Signo
de Leo y que culmina con el sentido de servicio y entrega de Virgo.
Es
inevitable vivir o “ser vividos” si nuestra atención no está
expectante, por las energías de esas Grandes Fuentes de Vida que son
los Planetas y las Constelaciones.
Nuestro
Sistema Solar conforma nuestro auténtico “Hogar Iluminado” y
desde sus lejanos principios, su inmenso amor hacia la humanidad no
ha dejado de fluir.
Desde
Shamballa y en esos albores mencionados, a través de una potente
conjunción entre Júpiter, Venus y la Tierra, se hizo posible por
medio de ese triangulo equilátero perfecto, que los Señores de la
Llama y su cohorte de entidades venusianas, humanas y devicas,
colaboraran en nuestra evolución.
Siempre
que busquemos luz en la Sabiduría Antigua, nos encontraremos con la
presencia y la ayuda de los astros.
En
esa puerta de entrada de la forma a la vida que es el Signo de
Cáncer, la Luna nos lleva con su Cuarto Rayo hacia la superación de
limitaciones emocionales que aprisionan al Alma, trabajando para
obtener correctas relaciones.
También
a través de este Signo nos hacemos conscientes del gran tesoro que
representa la mente a través del Tercer Rayo y de la potencia de
síntesis y ritual del Séptimo Rayo, que con fuerza imparable, nos
une en grupos cada vez más amplios en meditaciones que sutilizan los
éteres del Planeta.
Neptuno
fuerte en este Signo y desde dos puntos diferentes, nos lleva hasta
la profunda devoción y nos conecta con la nota vibracional del Alma,
convirtiéndonos en instrumentos de la divinidad.
Son
momentos profundos y también confusos o caóticos, debidos en gran
parte a la transición de Piscis a Acuario, la cual será lenta, pero
que nos permite ya ver fuertes luces, nuevos ideales y sentimientos
de unidad, que debilitarán toda sombra en el Sendero que deseamos
recorrer con profunda devoción y entrega.
Con
amor, desde el Montseny, en este luminoso Plenilunio de Cáncer 2012.
Joanna
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